martes, 21 de agosto de 2007

LA DIOSA UMIÑA

Muchos mal agradecidos con la cultura del lugar donde nacimos nos preocupamos por conocer la cultura de otros pueblos del mundo mitos, creencias, etc.

Pero cuando se les pregunta: ¿Hábleme sobre la cultura de tu pueblo? Algunos no sabemos que decir.

He aquí un breve ensayo sobre la Diosa Umiña según el autor mantense y admirado por mi persona el señor John Milton Palma.

LA DIOSA UMIÑA

En Jocay la capital de la Confederación Manteña se rendía culto a la diosa de "La Salud", que era una Esmeralda muy fina y muy grande, del tamaño del huevo de avestruz según Garcilazo de la Vega (Inca). Y labrada en figura de cabeza humana bastante tosca, y dura porque la dureza de la piedra no permitía mayor pulimento. Este ídolo se llamaba UMIÑA, y Cieza de León afirma que su santuario era muy célebre en todo el Perú y que solo el de Paóhacamac le podía competir; que era un oráculo en que el sacerdote hablaba con el demonio, una especie de Delfos américanos donde acudía gente de todas las partes a inquirir sucesos del futuro; era también un lugar de peregrinación para los enfermos de los cuatros puntos car­dinales, que aquí acudían por sus propios pies o en brazos de sus parientes a buscar remedios para sus condolencias. Como entre los judíos de la secta de los fariseos la enfermedad para los indios no era natural sino consecuencia del pecado; por lo mis­mo quien podía curar no era el médico, personaje completamente desconocido entre ellos, sino el sacerdote o el brujo con poderes suprehumanos.

En el Santuario de Jocay (Manta), el enfermo hacia primero el sacrificio, pre­sentaba luego la ofrenda, generalmente pequeñas esmeraldas, y se ponía en oración ante la diosa. El sacerdote tomaba ésta, la esmeralda, con un paño blanco muy lim­pio, y tocaba con ella la parte dolorida.

"Las ofrendas o dones de la diosa solían consistir en pequeñas esmeraldas, porque éstas eran para ella el mejor regalo; no en vano era la abuela de todas, por­que eso significaba la etimología de Umiña o Umbinha en lengua Maya. La abun­dancia de esta piedra preciosa en Manabí en los primeros tiempos de la conquista probablemente no tiene otro origen que la fama del santuario; las piedras venían en mano de los peregrinos y entraban al comercio y viceversa del comercio iban a mano de los peregrinos.

Difícil es averiguar donde se levantaba el santuario de la UMIÑA, pero una anti­gua tradición asegura que era en el sitio donde hoy se encuéntrenlos bloques habitacionales del banco de la Vivienda, esto es sobre el cementerio viejo. Dice una historia que "En el antiguo Manta hay un montículo que parece haber sido una tola sobre la cual se levanta un adoratorio (se refiere acaso al montículo que había en el centro del parque "Eloy Alfaro" y que al principio del presente siglo funcionó allí de la oficina de Telégrafos? ¿Seria el templo de Umiña? Por ahora es imposible responder a estas preguntas, pero a la llegada de los españoles muchos siglos habían pasado de la grandeza de Jocay (Manta) que ésta hablando en las ruinas de la ciudad indígena y entre cuyos dioses quizá no se contaba la Umiña que hallaron los con­quistadores y se quedaron en el deseo de tenerla entre sus manos", según lo ma­nifiesta el Dr. W. Loor. M.

Cieza de León, en sus notas traducidas al inglés por Clemente R. Marckan y publicado por la Hakluyt Society, en Londres, en 1864, bao el título: "Los viajes de Pedro Cieza de León A.D 1532-50, contenida en la primera parte de la Crónica de Perú" dice: "En la provincia de Portoviejo (Manabí) el templo de Manta (Jocay) tenia una esmeralda de tamaño enorme y de mucho valor a la que el pueblo prestaba desde tiempos inmemorables gran veneración. En cierta época se la exponía a la mirada de todos y se la adoraba como a una deidad. En tales circunstancias si-algún hombre o mujer se hallaba enfermo podía obtener su salud haciendo sacrificios y elevando preseas a dicha esmeralda.

"Los indios que se referían a esta tradición afirmaban que el sacerdote con­versaba con el diablo y les hacia a los dolientes promesas mentirosas de darles salud apenas él u otros ministerios tocaren con la piedra la parte enferma. Por eso de todas partes de la costa y del interior de la provincia, venían a Manta (Jocay) gentes que adolecían de diversas enfermedades a ofrecer dádivas y sacrificios para recupe­rar la salud.

"Los primeros españoles que pusieron los pies en estas tierras referían haber hallado en Manta grandes riquezas y que Manta (Jocay) producía más a los co­menderos, que a los pueblos vecinos. Los mismos españolea relataban que no obs­tante la astucia y la amenaza para dar con estas piedras no habla sido posible en­contrarla y que los nativos no hubieran revelado jamás el lugar donde se hallaba aunque para obtenerlo se hubiese apelado a la última medida de atarlos a todos; tal era la gran veneración por su esmeralda".

Las sorprendentes curaciones que se realizaban en el templo de Umiña, durante sus festividades-especiales fue origen para que se juntasen en Jocay grandes can­tidades de esmeraldas, ya que el sacerdote había hecho creer que la ofrenda era la más agradable a la diosa, porque ella era madre y las de menor tamaño eran sus hijas.

Cuenta la leyenda de la diosa Umiña, que en un pueblo aborigen había una princesa que pertenecía a la región, hija del cacique TOHALLI.

Su belleza era admirada por todos los aborígenes que le habían hecho un altar para su adoración, se dice que la princesa fue objeto de una persecución hasta colmaría en desgracias, que mas tarde la llevaron a la muerte, fue enterrada junto a las tumbas de sus padres.

Cuenta la leyenda que de su corazón se extrae la piedra preciosa (Esmeraldas) que fue la adoración de muchos pueblos de la Confederación Manteña y Pueblos Americanos que existieron en esa época.

En esta breve historia se refleja la verdadera leyenda de la diosa Umiña.
En nuestra ciudad, en la actualidad existen un sinnúmeros de instituciones, que llevan su nombre, por ejemplo Escuelas, Barrio, Cooperativas, Hotel, Cancha de tenis, etc. La Diosa Umiña, es la identidad viviente del maravilloso pueblo del Jocay.

3 comentarios:

Dra. Lourdes Chávez M dijo...

Felicitaciones por este oportuno articulo que rememora la base de nuestra identidad. Como presidenta de la Confraternidad Medica UMIÑA de Manta que agrupa a profesionales medicas deseosa de aportar en la problematica no solo de salud de la ciudad, sino de generar la integracion y participacion gremial, nos sentimos orgullosas de que nuestra confraternidad lleve el nombre UMIÑA. Felicitaciones

Cristian dijo...

La Diosa Umiña se origino de antes de la creación del universo, aun antes que el tiempo y espacio se formaron, no era una piedra esmeralda sino una hermosa mujer. Era una de los Dioses y demás seres que intervinieron y siguen interviniendo en la creación, el universo y la existencia, en planos desconocidos para la mayoría. La Diosa Umiña preparó desde generaciones antes de los españoles e incluso antes de los incas, a ese gran pueblo llamado Mantenses Huancavilcas del cual es parte Jocay y su santuario a la Diosa, Era la Diosa de la salud pero más que nada era y es la Diosa de la Naturaleza o la Madre Naturaleza de un entorno relativamente cercano a los Mantenses Huancavilca, el lugar que es el Templo principal de la Diosa Umiña, los Chamanes de Jocay y descendientes de los líderes de las comunidades de los Mantenses Huancavilca saben cómo encontrarla.

Cristian dijo...

La Diosa Umiña se origino de antes de la creación del universo, aun antes que el tiempo y espacio se formaron, no era una piedra esmeralda sino una hermosa mujer. Era una de los Dioses y demás seres que intervinieron y siguen interviniendo en la creación, el universo y la existencia, en planos desconocidos para la mayoría. La Diosa Umiña apoyó desde generaciones antes de los españoles e incluso antes de los incas, a ese gran pueblo llamado Mantenses Huancavilcas del cual es parte Jocay y su santuario a la Diosa, Era la Diosa de la salud pero más que nada era y es la Diosa de la Naturaleza o la Madre Naturaleza de un entorno relativamente cercano a los Mantenses Huancavilca, el lugar que es el Templo principal de la Diosa Umiña, los Chamanes de Jocay y descendientes de los líderes de las comunidades de los Mantenses Huancavilca saben cómo encontrarla.